El proyecto para Bodega Jerezana ha sido una apuesta por el futuro, por una imagen singular y propia, que alejandolo de la nostalgia intenta respetar su carácter y larga tradición.
El espacio se desarrolla en dos plantas, que por sus marcadas características se solucionaron de manera diferente, pero siguiendo un hilo conductor: acercar este local a su entorno.
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Pensado para crear sensaciones y emocionar, se ha llevado a cabo este proyecto, aplicando un nuevo punto de vista e intentando estar a la altura de su privilegiada ubicación y de su gran propuesta gastronómica.